Las donaciones deducibles de impuestos en Europa permiten a personas y empresas apoyar causas benéficas mientras se benefician de incentivos fiscales. Cada país tiene regulaciones específicas sobre las donaciones libres de impuestos, lo que puede influir en la carga fiscal total de los donantes. En los Países Bajos, las contribuciones a organizaciones de beneficio público (ANBI) son deducibles de la renta imponible, con un límite del 10% de los ingresos anuales. Austria permite deducciones de hasta el 10% de los ingresos imponibles del año anterior, pero solo para ciertas organizaciones registradas. De manera similar, Bélgica ofrece créditos fiscales de aproximadamente el 45% sobre las donaciones, con limitaciones según los ingresos.

Los beneficios fiscales de donar a organizaciones benéficas varían en toda Europa. En Alemania, los individuos pueden deducir hasta el 20% de sus ingresos antes de impuestos cuando donan a entidades reconocidas, con pocos requisitos administrativos. En Francia, las donaciones pueden generar un crédito fiscal de hasta el 66% en el impuesto sobre la renta o del 75% en el impuesto sobre el patrimonio, con ciertos límites. En Irlanda, el sistema beneficia tanto a donantes como a organizaciones, ya que las entidades pueden reclamar los impuestos pagados por los donantes, aumentando así el valor de las contribuciones. En España, los donantes reciben una deducción del 30%, con incentivos adicionales para aportaciones a largo plazo. Cada país aplica medidas distintas, por lo que es clave conocer la normativa local antes de donar. Se recomienda consultar a un profesional fiscal para maximizar las deducciones y beneficios disponibles.